sábado, 1 de agosto de 2009

Sírveme una de realidad, por favor.


-Realidad, maldita dosis del infierno que te hace caer cuan hoja en el otoño.
-¿Qué esperabas? La vida no es más que un pequeño fragmento del resto de episodios que experimentamos en nuestra existencia psíquica.-Contestó el en tono de superioridad.
-Solo pretendía que las cosas sucedieran como espero por una vez en mi vida.
-¿Pretendes conseguir retos imposibles como este?-preguntó Tom en tono sarcástico y entre risas- me parece tan absurdo como intentar la reconciliación entre Irak y los Estados Unidos.
-No esperaba conseguirlo…quizás…algún día esa idea tan absurda pasó por mi cabeza…o quizás solo fue un sueño, cada cuál puede fantasear con lo que le convenga…
-Mira, Amy, la mayoría de la gente ha pasado por lo que estás experimentado, pero abre los ojos, es la realidad, busca la felicidad en otro lugar, este no es para ti.
Un exasperante silencio se hizo, mientras Amy mordía sus uñas intentado comprender lo que pasaba por su mente, cada sentimiento, casa pensamiento, y Tom podía ver en su mirada su incertidumbre y sus ansias de gritar a los cuatro vientos todos sus miedos e inquietudes.
-Tom, no nos hemos conocido por nada, cada persona, por insignificante que pueda ser, tiene una función en la vida de la otra persona, yo te he encontrado por algo, se que no es una chiquillada producto de un sentimiento neutro y efímero que surgió de mi infantil imaginación.-Dijo Amy con las lágrimas brotando de sus ojos.
Tom comenzó a reír.

-Es irónico, ¿Una niñata intenta darle lecciones de vida a un hombre hecho y derecho?
-No son lecciones de vida, es una manera de expresar lo que yo creía que era amor, ahora…la realidad actúa por sí misma y desemboca en una incesante cadena de desengaño…
-No te cansas de hacerte la víctima.-Dijo Tom sin la más mínima muestra de sensibilidad.
-En realidad…no creo que esa sea la expresión más adecuada, ver lo que realmente nos depara el futuro es duro, y puedo palpar con la punta de mis dedos que abandonar esta idiotez es lo correcto…pero no puedo, perdóname si sigo persistiendo en el mismo tema.
-Mira, sigue tu vida como creas conveniente, pero hazlo porque tu lo sientes así, no por el simple despecho del rechazo.
-Tom, no es despecho lo que siento, es valor, es indiferencia a la verdad, no tengo miedo a caer quinientas veces antes de ver que mis actos son inútiles.-Contestó Amy crujiendo sus dedos y mirando al suelo, por miedo que al mirar a Tom a los ojos, pudiera convertirse en piedra.
-No tener miedo no está mal, pero te recomiendo usar algunos protectores para la caída.-Dijo Tom entre bastantes risas.
-No voy a mostrar ni la más mínima señal de afecto hacia ti, no voy a creer lo imposible, pero si voy a luchar por mi causa, puedes seguir cortándome las alas, pero también puedo añadir que mi espíritu es tan imparable como mi perseverancia, al contrario que tu poca fe hacia lo que podría deparar el futuro, no te preocupes, no puedo decir que llegaré a mi destino, ni siquiera que pueda al menos acercarme a él, pero no voy a permitir arrastrarme por la cobardía y rendirme a la mínima señal de debilidad, soy mejor que todo eso.
-Tú misma, la realidad mostrará su verdadera cara, tarde o temprano.
Cada uno se dio media vuelta, los dos siguieron sus caminos correspondientes, pero quizás, algún día esos caminos podrían juntarse, y, ¿Por qué no? Tener algo más en común que un cruce del sendero que lleva a su destino final, el destino siempre sirve, como buen camarero de futuro, su dosis de lo que desde un principio pedimos e imploramos sin cesar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario